En esta nueva entrega del programa Momentum, el Dr. Miguel Gil aborda cuestiones relacionadas con las alianzas políticas y los problemas internos de los partidos políticos en la República Dominicana. Expresa su preocupación por la creciente influencia del dinero en la política dominicana, destacando que actualmente, en un momento marcado por las elecciones y las primarias políticas, el factor económico juega un papel desmesurado. Afirma que, en la actualidad, para aspirar a cargos políticos, como el de regidor, diputado o senador, es prácticamente imposible sin contar con grandes sumas de dinero. Esto, en su opinión, ha llevado a la infiltración de narcotraficantes y empresarios en los partidos políticos, quienes buscan ascender políticamente y ejercer influencia a través de su fortuna mal adquirida.
El señor Gil subraya su compromiso con una democracia verdadera y participativa en la que el dinero no sea el principal instrumento para el éxito político. Aboga por un sistema en el que los candidatos sean elegidos no por sus recursos financieros, sino por sus contribuciones reales a la sociedad y sus comunidades. Argumenta que la actual democracia dominicana es costosa y que la presencia de narcotraficantes y empresarios en los partidos políticos socava la integridad del sistema.
Además, el doctor se preocupa por la falta de lealtad y coherencia dentro de los partidos políticos, especialmente en lo que se refiere al transfuguismo, donde los políticos cambian de partido según sus intereses personales. Esto, en su opinión, socava la democracia y la confianza de los ciudadanos en el proceso político.
En relación con las alianzas políticas, Gil menciona rumores sobre la falta de voluntad de ciertos líderes del partido en el poder (PLD) para formar alianzas con otros partidos de oposición, debido a rivalidades internas y a la posible pérdida de influencia de ciertos líderes, como Danilo Medina. Sostiene que algunos dirigentes del PLD preferirían no formar alianzas y que Danilo Medina podría estar considerando retirarse de la política activa.
En resumen, el doctor Gil se centra en la necesidad de una democracia más auténtica y justa en la República Dominicana, donde el dinero y las maniobras políticas no sean los principales determinantes del éxito político, y donde la lealtad a los partidos y la integridad del sistema sean prioritarios. También arroja luz sobre las tensiones y los intereses en juego en el panorama político dominicano.